A dos años de haber pasado la pandemia del Covid19 nos permitimos reflexionar sobre todo el trabajo hecho.

El problema de hacer teoría.

Mientras más normalizado, mientras más “normal” sea la vida en Misiones, menor será la producción de singularidades de existencia propia.

Extranjeros en nuestra propia tierra.

Detrás de la colonia.

Recordar que todavía existo. Si se que es difícil diseñar en Misiones, ¿es sólo para mantenerme en la actualidad del diseño? Para reproducir mi existencia? Para que colaborar al no cambio?.

El problema de la Universidad es el pensamiento que se aleja de la realidad? Qué es aquello con lo que no toma contacto?. Como esa bipolaridad, se cree que se esta haciendo algo, pero…
Cada vez estamos más convencidos, parafraseando a Jullien Francois, que un buen diseñador no modela y proyecta primero para aplicar después, sino que más bien escucha, evalúa, acompaña y desarrolla los potenciales de situación.

No podemos entender el espacio de lanas de manera cartesiana, donde a una cosa debe corresponderle otra cosa; donde la evolución se dé en línea recta. No es posible hacer esto ya que desde el momento en que nos introducimos en ese espacio todo fue muy distinto. Nosotros pensábamos que habían artesanas rurales pero por su parte ellas se auto reconocían como citadinas. Pensamos que, instalando una capacidad todo iba a salir adelante, nos faltaron los socios locales fuertes para poder hacer esto.

Después del reclutamiento de la pandemia nos preguntamos si es necesario reactivar la vida cómo antes o ya no somos los mismos?.

Confundir el territorio con el mapa…. la cartografía no define un territorio, ¿define un espacio geopolítico, económico?. El problema es cuando el territorio se transforman en un mapa político…

Tratemos de situarnos, como dice Bruno Latour, en un lugar que tendremos que describir (diseñar) junto con otros.

¡Reanudar el nudo gordiano que la espada de la modernidad cortó!